La hiperglucemia diabética crónica finalmente letal tiene un remedio parcial que es fácil, simple, seguro, comprobado, económico, no farmacéutico, que viene de largo uso, rápidamente eficaz y sin efectos secundarios negativos o desagradables.
Esta herramienta útil para disminuir la hiperglucemia diabética eventual y crónica requiere solamente una reducción en la cantidad y los tipos de carbohidratos (CHO) incluidos en el plan de alimentación de la persona que vive con DM1, DM2 ó DM gestacional.
En México y en todo el mundo, la cantidad excesiva de carbohidratos (CHO) concentrados (pan, dulces, refrescos azucarados, arroz, tortilla, tamal, granos y su harina, nueces, por ejemplo) en la alimentación de las personas que viven con DM es el origen de la hiperglucemia diabética crónica mortífera.
Los carbohidratos incluyen fibras, almidones y azúcares que se convierten en glucosa en el sistema digestivo de los seres humanos (y otros animales como los gatos, los perros, los caballos).
La alimentación típica o "normal" y "recomendada" en México y el resto del mundo, proporciona 50-60% de sus calorías en la forma de CHO. El páncreas normal de la persona mexicana que no tiene DM produce insulina suficiente para mantener los niveles normales estables de glucosa en sangre (es decir, de 71 - 99 mg/dL).
Las personas que crónicamente tienen anormalmente elevados niveles de glucosa en sangre...NO tienen disponibilidad de suficiente insulina natural o endógena para mantener la normoglucemia. Estas personas tendrán diabetes mellitus, sea formalmente diagnosticada o no.
Los niveles glucémicos anormalmente altos, aunque sean de corta duración, no son inocuos. Si llegan a ser crónicos, los daños al cuerpo son aun mayores. Niveles glucémicos anormalmente altos originan las complicaciones diabéticas (retinopatía, nefropatía, neuropatía, cardiopatía) y los daños y riesgos de enfermedad y muerte que éstas conllevan.
A diferencia de la DM, que es permanente e incurable, y de las complicaciones diabéticas, que en su mayoría son irreversibles, la hiperglucemia diabética puede ser tratada, evitada y corregida mediante el uso educado y correcto de la insulina, otras drogas, la alimentación, la actividad física.
De
ser así, los daños asociados a la hiperglucemia diabética crónica
son prevenibles. La alimentación es la herramienta más útil
para la prevención oportuna de la hiperglucemia diabética y por
ende de las complicaciones diabéticas.
No obstante y
por ilógica, el consejo
oficial estándar para las personas que viven con DM sigue
siendo que consuman una dieta de alto contenido de CHO, es decir,
que coman lo "normal," o como si no tomaran en cuenta la presencia
de la DM.
La absurda
recomendación oficial para la persona que tiene DM sigue siendo:
"Usted debe y puede comer lo mismo que come una persona 'normal' que
no vive con DM."
Según las autoridades presuntamente encargadas de la enfermedad y del bienestar y la salud de la gente que vive con DM, es necesario que estos CHO proporcionen el 55 – 60% de las calorías diarias de las personas afectadas por la DM.
Esta recomendación no toma en cuenta el hecho de que son precisamente los CHO a que la persona que vive con DM tiene una fuerte alergia anormal, incurable y nociva.
Si la persona que tiene DM trata de comer cantidades de CHO concentrados iguales o parecidas a las que la persona que no tiene DM consume en su dieta "normal," tendrá niveles glucémicos anormalmente elevados durante la mayor parte o la totalidad de cada día.
Interesantemente, la dieta "recomendada" es prácticamente la misma utilizada para engordar los cerdos y los pollos antes de que se vendan para el consumo humano en el mercado. Porque éstos se venden por peso corporal, les conviene a los vendedores criar animales "gorditos."
Los CHO (maíz, soya, granos, caña, fruta, por ejemplo) causan una subida de peso en todos los animales y por supuesto en el ser humano.
Al excluir estos CHO concentrados de la dieta, es relativamente fácil mantener los niveles de GS normales o casi normales. Esto permite el funcionamiento normal del cuerpo y cerebro.
Para los niños y adolescentes que viven con DM, la normoglucemia, aun ampliamente definida, es imprescindible para que el crecimiento físico, intelectual, emocional, educativo y psicológico proceda a paso de lo normal.
El objetivo que teórica y prácticamente guía el "tratamiento" racional de la DM
Hay 3 categorías principales de DM: diabetes mellitus
tipo 1 (DM1), diabetes mellitus tipo 2 (DM2)
y diabetes mellitus gestacional (DMg).
Teóricamente, la razón que en primera instancia justifica y exige todo tratamiento de todo tipo de DM (menos la insípida, que es completamente distinta a la diabetes mellitus) es la compensación eficaz y continua de la hiperglucemia diabética crónica.
En la práctica, sin embargo, seguir el tratamiento recetado u oficialmente recomendado raras veces produce resultados óptimos. Y. lo que es peor, se considera fundamental y socialmente aceptable que la persona diagnosticada con DM siga lo recetado y recomendado, aun cuando no produce resultados positivos adecuados.
Aun siguiendo
los consejos oficiales pero tratando de que los CHO consumidos sean
contados o de bajo indice glucémico (que quiere decir
simplemente que elevan la GS al mismo nivel anormal que los otros
CHO, pero con menor rapidez que éstos), es difícil
o imposible que la persona que vive con DM pueda conseguir de manera
consistente un nivel de GS normal o cercano a lo normal.
Muchos (tanto personas diagnosticadas con DM como profesionales de la salud) creen que la conformidad con lo recetado y recomendado representa una obediencia apropiada y una sumisión justificada al conocimiento mayor y la experiencia profesional de las "autoridades" médicas y políticas.
Así, siguiendo la dieta diabética "recomendada," las personas que viven con DM en México o en otras partes del mundo fácilmente llegarán a concluir que los régimenes prácticamente universales que recomiendan el alto consumo diario de los CHO y el "vigilar" o medir sin propósito o plan la hiperglucemia consecuente inevitable, representan la "mejor" y única opción de vida para la persona afectada.
Al ver los resultados glucémicos, también llegarán a observar que esta opción claramente no promueve el logro de metas glucémicas normales o cercanas a las normales.
Las dificultades y desventajas de los carbohidratos para los que vivimos con DM
Los CHO, que incluyen panes, frutas, tortillas, arroz, granos y sus harinas, el arroz, pasta, leche, frutas secas, dulces y azúcares, son los alimentos que fácilmente impulsan niveles anormalmente elevados de GS en las personas que viven con DM.
Por su presencia habitual en la alimentación humana ("El pan de todos los días.") y por sus efectos sobre los centros de placer en el cerebro ("¡El pastel es DELICIOSO!"), los CHO son adictivos.
Una pequeña porción de pastel, de mango, de espagueti, casi nunca basta para producir satisfacción y saciedad, mientras que casi nadie come un pollo rostizado entero para la comida. La proteína y la grasa que el pollo contiene no son adictivas por no estimular los centros de placer en el cerebro.
Estos centros de placer son los mismos estimulados por la cafeína, nicotina, heroina, cocaina, amfetamina, etcétera. La adicción que resulta de todas estas sustancias, incluídos los CHO, es fuerte y difícil o imposible de abandonar.
En todo tipo de diabetes (menos la insípida), los alimentos fundamentalmente responsables de la diaria, rápida y anormal elevación de los niveles de GS son los carbohidratos.
Por lógica, un alto consumo de CHO establece y mantiene la hiperglucemia diabética crónica en la persona que tiene DM. Siendo la hiperglucemia diabética crónica la causa de las complicaciones diabéticas, los niveles anormalmente elevados de GS producidos por los CHO son responsables de la producción a corto, mediano y largo plazos, de aun más anormalidad fisiológica y más enfermedad que la DM misma.
Frecuentemente, o la anormalidad glucémica o la fisiológica resultante (es decir, las complicaciones diabéticas) motiva consultas con los profesionales de la salud. Esperando hasta que haya malestar o complicaciones diabéticas, la persona que tiene DM no correctamente tratada tendrá necesidad de consulta médica, aumentando aun más el costo de sobrellevarse la DM mal.
Todo esto implica que una alimentación que consiste en un alto consumo de CHO (aun cuando sean CHO complejos o crudos de absorción lenta o de bajo índice glucémico) generará perfiles glucémicos y lipídicos anormalmente elevados, variables e imprevisibles, a comparación con un régimen bajo en CHO.
Lógicamente, el estado de anormalidad fisiológica que es la DM nunca se podrá tratar apropiada o exitosamente con una dieta "normal" o "típica." La combinación de DM y una dieta "normal" dará como resultado la hiperglucemia diabética crónica, que generará inevitablemente aun más patología y anormalidad fisiológica.
Esta manera de sobrellevar la DM enfatiza atención médica frecuente y costosa para el tratamiento de los males asociados a la hiperglucemia diabética crónica.
Una alternativa racional que no es ni farmacéutica ni costosa involucra una reducción significativa de la cantidad de CHO en la alimentación. Su propósito explícito es posibilitar un énfasis sobre la prevención económica y la minimización autoregulada de la hiperglucemia diabética, mediante la normalización glucémica estable y crónica de la persona que vive con DM.
Una alternativa antigua y últimamente
modernizada
Reducir las fuentes y cantidades de CHO en la alimentación de la persona que vive con DM u obesidad es un enfoque alternativo del "tratamiento" de la hiperglucemia diabética. Antes de la introducción de la insulina comercial y los antidiabéticos orales, fue la única opción para el "tratamiento" de la DM.
Esta alterativa consiste en seguir un plan de alimentación que incluye un bajo contenido (menos de 30 gramos diarios) de CHO alimenticio de bajo Indice Glucémico, un consumo moderado de proteínas y un consumo variable de grasas saturadas e insaturadas.
Si la persona que vive con DM acepta que la meta lógica del tratamiento de la DM1, DM2, y DMg debería ser normalizar la glucemia para prevenir las complicaciones diabéticas, la alimentación que incluye los CHO concentrados es por varias razones un obstáculo sustancial e insuperable.
Las
células Beta pancreáticas y la vital importancia de su
conservación
En el páncreas del ser humano adulto, hay aproximadamente 500,000 - 1,000,000 células Beta que producen insulina endógena. Al momento del diagnóstico de DM2, el 50% de estas células están muertas. Al diagnóstico de DM1, sólo el 10 - 15% de éstas funcionan.
A través del
tiempo después del diagnóstico de DM, estas células que sobreviven
van muriendo y su muerte es acelerada cada vez que se presenta la
hiperglucemia diabética.
Estas células Beta pancreáticas están en riesgo de morir por exceso de trabajo ocasionado por la hiperglucemia diabética, Responden a ésta con su producción normal de insulina endógena. Adicionalmente están presionadas a intentar compensar la producción ausente de las células Beta muertas.
Este exceso de
producción insulínica agota las células vivas y tarde o temprano
también mueren. Cuando no hay células Beta para producir
insulina endógena, el único "tratamiento" disponible para la DM1 ó
DM2 es la insulina inyectada.
Los CHO son los alimentos principalmente responsables de la hiperglucemia diabética.
Así, cuando la persona afectada por la DM consume pocos CHO, las células Beta que todavía funcionan no mueren tan rápidamente por el "exceso de trabajo" o "cansancio" causados por las grandes cantidades de insulina endógena requeridas para reducir la hiperglucemia provocada por los CHO concentrados.
Al incorporar mínimas cantidades de CHO concentrado en la alimentación, las dosis de insulinas y/o de medicamentos antidiabéticos orales necesarias son obligatoriamente más pequeñas. El páncreas, ya debilitado por la pérdida de células Beta funcionales, no tiene que luchar para producir enormes cantidades de insulina, y se puede conservar la vida de las células Beta que todavía funcionan.
Desde hace más de siglo y medio, existe una opción alimenticia que facilita el control de la hiperglucemia diabética y la conservación de las células Beta: Es eficaz, económica, segura, de rápido impacto, sin efectos secundarios negativos, y recién modernizada
Vivamos o no con la DM, la alimentación toma un papel básico en la vida. Así, es razonable examinar la posibilidad de utilizar la alimentación para minimizar la hiperglucemia diabética y maximizar la salud de la persona que tiene DM.
Los alimentos
que se convierten más rápidamente en glucosa en el sistema digestivo
humano son los carbohidratos (CHO), que se
clasifican en azúcares, almidones y fibras.
Por lo tanto, ya que la hiperglucemia diabética es producida e intensificada principalmente por los CHO en la alimentación de la persona que vive con DM, el excluir los CHO concentrados de la alimentación es una herramienta acertada y coherente que entrega resultados positivos con respecto al objeto racional (es decir, la normoglucemia) del tratamiento de la DM.
Limitar los CHO posibilita lograr el objetivo de normoglucemia mediante el control estable de la hiperglucemia diabética.
La piedra
angular de esta modalidad alternativa de tratamiento de la DM es:
seguir un régimen alimenticio o plan de alimentación con bajo
contenido de los CHO de bajo Indice Glucémico, el consumo moderado
de proteínas y un aporte variable adecuado de grasas saturadas e
insaturadas.
Esta forma de
alimentar el cuerpo humano aporte la energía y los nutrientes
necesarios para la salud, y a la vez, educe las fuentes y cantidades
de CHO para la persona que vive con DrM, sobrepeso u obesidad.
Este plan de alimentación, por lógica, genera una reducción rápida e
importante de los valores de GS y por ende de las dosis diarias de
insulina u otro medicamento antidiabético.
En algunos casos, tales medicamentos siguen siendo necesarios ya que la DM es incurable y la producción de hiperglucemia diabética a base de la ingesta de los CHO y de una falta de insulina suficiente o eficiente, es característica de la condición.
En
comparación, la práctica casi universal de recomendar que la persona
que tiene DM obtenga entre el 55% y el 60% de sus calorías diarias
de los CHO esencialmente sin vitaminas y minerales...produce poco
más que la hiperglucemia diabética por el placer de comer los CHO.
Reducir la ingesta diaria de CHO tiene sentido y para los que viven con DM, es una manera lógica de facilitar el tratamiento de la hiperglucemia provocada por la alimentación y la condición anormal de DM.
De hecho, hace
más de 90 años, antes de la introducción de insulina comercial y los
antidiabéticos orales, restringir los CHO alimenticios era el
tratamiento inicial y único para todos los que
recibieron el diagnóstico de DM.
Claro, una reducción notable del consumo de carbohidratos no significa la ausencia total de CHO alimenticio. Pero una minimización de CHO en la alimentación permite cambios positivos en los índices de salud.
El rol de la experiencia en la educación y creación de consciencia en la elección del "tratamiento" de la hiperglucemia diabética
Si la persona que tiene DM utiliza el monitoreo o automonitoreo de la GS con el medidor casero de glucosa, tendrá en cuenta que los CHO son la causa raíz de inestabilidad glucémica. Sabrá que los CHO son alimentos que aumentan la necesidad de grandes dosis de insulina u otro medicamento antidiabético para poder reducir la hiperglucemia diabética.
Sabrá que
estos medicamentos, además, pueden generar problemas adicionales
para el control de la hiperglucemia (niveles de GS demasiado
bajos, por ejemplo).
Los factores de variabilidad se incrementan cuando la cantidad de insulina inyectada es grande. Así es que el alto consumo de CHO genera perfiles glucémicos anormalmente elevados, que requieren mucha insulina para reducir. Los perfiles glucémicos que resultan de muchos CHO y mucha insulina casi siempre son erráticos e inestables.
Beneficios del plan de alimentación con
pocos CHO para la persona que vive con DM
Este plan de alimentación ofrece varias ventajas a la persona que vive con DM:
En resumen
Utilizando la información en diabetes-safari.com y en Diabetes University del Dr. Richard K. Bernstein, cualquier persona puede aprender a adoptar una alimentación que facilita la normalización de los niveles de GS. Esta alimentación ofrece protección contra las complicaciones diabéticas a corto y largo plazos.
La normoglucemia ofrece el mejor y más seguro camino hacia la salud futura para la persona que tiene DM. Pero ¿con qué frecuencia ofrecen los profesionales de la salud esta opción a las personas recién diagnosticadas de DM1 ó DM2?
Comúnmente, esta opción de tratamiento no se le ofrece a la persona que vive con DM. ¿Será porque tanto los profesionales de la salud como sus pacientes suponen que la normoglucemia es inalcanzable?
En realidad, existen herramientas para mantener los niveles de GS normales o cercanos a los normales, de manera continua y predecible. Una de estas herramientas es el plan de alimentación que enfatiza una reducción de la cantidad de CHO consumidos.
Si la persona
que vive con DM y su equipo de profesionales de la salud tienen la
información diabetológica correcta y necesaria (como, por
ejemplo, cuál es un rango normal de GS y cuáles son las probables
consecuencias de la hiperglucemia diabética crónica a mediano y
largo plazos), podrán colaborar entre ellos para establecer
metas glucémicas racionales y saludables y deducir en qué consiste
el tratamiento lógica de la hiperglucemia diabética